Lasaña boloñesa

Fuente: Su 23.11, Espai de Cuina

Con la mantequilla y un chorro de aceite, sofreímos el apio y la zanahoria. Cuando estén hechos, añadimos las carnes (deshaciéndolas bien con los dedos) y dejamos hacer unos 10 minutos, hasta que esté hecha. Añadimos el vino blanco.

Si se usa tomate natural, lo pelamos y coramos en macedonia sin pepitas.

Añadimos el tomate junto con el concentrado, sal y pimienta. Dejamos reducir a fuego lento. Si el tomate es natural, lo dejamos tapado; si es de bote, lo dejamos destapado, ya que incorpora mucho líquido y queremos que reduzca.

Incorporamos 2 tercios del queso emmental (o gruyer) rallado, removemos bien y retiramos del fuego.

Llenamos una olla grande con agua y ponemos a hervir. Colocamos la pasta (una o dos placas al mismo tiempo) en el agua hirviendo, esperamos un minuto o dos, retiramos a un bol con agua fría (para cortar la cocción), y ponemos sobre un film transparente. Para mayor eficiencia, cada 4 o 5 placas tapamos con film transparente, y repetimos el proceso añadiendo las placas por encima, así hasta 3 filas.

Preparamos la bechamel poniendo en una cazuela la mantequilla a deshacer (con un poco de aceite). Añadimos la harina y dejamos cocer unos 10 minutos, sin que llegue a quemarse.

Añadimos la leche (caliente) poco a poco y removemos constantemente con unas varillas, hasta que espese.

Untamos una fuente honda para horno con la mantequilla. Ponemos en el fondo la mitad de la bechamel, cubrimos con placas de lasaña, añadimos láminas de huevo, la salsa, y trozos de mozzarella. Volvemos a cubrir con placas de lasaña. Repetimos otra vez poniendo huevo, salsa y mozzarella, y cubrimos con más placas de lasaña. Volvemos a repetir si la fuente es muy honda. Finalmente añadimos el resto de la bechamel y el queso emmental (o gruyer) restante.

Metermos al horno unos 10 minutos a 190º.

Finalmente gratinamos y retiramos.

Esperamos unos minutos y servimos.

Para mayor rapidez se puede cocer todas las placas de Wonton y guardarlas en el congelador. Para ello distribuímos las placas en el papel film de manera que tengamos tantas placas como sea necesario para la fuente, las enrollamos y las guardamos en el congelador. Luego solo es necesario retirarlas y dejar descongelar unas horas antes de usar directamente.